miércoles, 26 de octubre de 2011

Niños Graciosos

Chiquitines Graciosos

Algunos Juegos De Salud

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/arxius/jocs/es/mareig/sopa_cas/sopa2.html

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/arxius/jocs/es/protecciosolar/protecciosolar2.html

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/imatges/jocs/cremades/es/puzle09.html

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/arxius/jocs/es/rentarselesmans/rentarselesmans.html

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/arxius/jocs/es/origenaliments/joc_parelles_c.html

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/arxius/jocs/es/tos/tos_joc2_c.html

http://espaiescoles.farmaceuticonline.com/arxius/jocs/es/vacunes/vacuna_sopalletres_c.html

Los niños no vacunados provocan el mayor brote de sarampión en EE. UU. en años


El mayor brote de sarampión en Estados Unidos en 15 años, que hasta ahora ha afectado a 214 niños, probablemente es impulsado por los viajeros que regresan del extranjero y por un exceso de niños sin vacunar en el país, según una investigación reciente.
El hallazgo podría resaltar los peligros de una tendencia entre los padres de EE. UU. de prescindir de la vacuna contra el sarampión, la papera y la rubeola (SPR) para sus hijos, debido a lo que muchos expertos afirman son temores falsos sobre su seguridad.
El Dr. Andrew Pavlo, profesor de pediatría de la Universidad de Utah y vocero de la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas (Infectious Diseases Society of America, IDSA), dijo que "la buena noticia es que observamos incidencias de sarampión que se están conteniendo en pequeños brotes".
Pavlo da el crédito de la contención a unos niveles altos de vacunación y a la respuesta rápida de las autoridades de salud pública. Sin embargo, si ocurriera un brote en una "población realmente susceptible, el resultado podría ser muy distinto", advirtió.
"¿Qué sucedería en un área en que hayan muchas personas que rechazan las vacunas? Entonces, se podría ver un brote mucho más grande", apuntó.
Varios estudios relacionados con el sarampión fueron presentados en la reunión anual de la IDSA, que se lleva a cabo actualmente en Boston.
En el primer informe, investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. dieron seguimiento a los brotes continuos del país en 2011.
La mayoría de los que enfermaron no estaban vacunados contra la enfermedad, señalaron los investigadores de los CDC.
Antes de que la vacuna estuviera disponible en los 60, entre tres y cuatro millones de personas contraían sarampión cada año. De éstas, 48,000 eran hospitalizadas, 1,000 quedaban discapacitadas permanentemente, y unas 500 morían, según los CDC.

Ejercicio para niños


Al igual que los adultos, los niños necesitan hacer ejercicio. La mayoría de los niños necesita por lo menos una hora de actividad física todos los días. El ejercicio habitual ayuda a los niños a:
  • Sentirse menos estresados
  • Sentirse mejor con ellos mismos
  • Estar más preparados para aprender en la escuela
  • Mantener un peso saludable
  • Desarrollar y mantener huesos, músculos y articulaciones sanos
  • Dormir mejor por las noches
A medida que los niños pasan más tiempo viendo la televisión, le dedican menos tiempo a correr y jugar. Los padres de familia deben limitarles el tiempo frente a la televisión, los videojuegos y la computadora. Los padres de familia deben poner un buen ejemplo siendo activos también. Ejercitarse juntos puede ser divertido para todos. Los deportes de competencia pueden ayudar a que los niños tengan una buena condición física. Caminar o ir en bicicleta a la escuela, bailar, jugar a los bolos y practicar yoga son otras formas de ejercicio para los niños.

Mojar la cama


Muchos niños se orinan en la cama hasta los 5 años de edad o más. La vejiga del niño puede ser demasiado pequeña. También puede ser que la cantidad de orina producida durante la noche sea mayor que lo que la vejiga puede albergar. Algunos niños duermen muy profundamente o necesitan más tiempo para aprender a controlar la vejiga. Los niños no deben ser castigados por orinarse en la cama. No lo hacen a propósito y la mayoría lo supera. Hasta entonces, las llamadas de atención antes de orinarse en la cama, el entrenamiento y las medicinas pueden ser útiles.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Maltrato al menor


Maltratar a un menor es hacer algo, o dejar de hacer algo, que resulte en un daño para un niño o lo ponga en riesgo de lastimarse. El maltrato al menor puede ser físico, sexual  o emocional. La negligencia, o el no cubrir las necesidades de un niño, también es una forma de abuso.
La mayoría de los niños maltratados sufren más daños emocionales que físicos. Un niño maltratado puede deprimirse. Puede retraerse, pensar en suicidarse o tornarse violento. Los niños más grandes pueden consumir drogas o alcohol, intentar huir o abusar de otros.
El maltrato al menor es un problema serio. Si sospecha que algún niño sufre maltratos o negligencia, llame a la policía o a la agencia local para el bienestar infantil.

Asma en niños


El asma es una enfermedad crónica que hace que las vías respiratorias - los tubos que trasladan el aire hacia dentro y fuera de los pulmones - se sensibilicen y se hinchen. En los Estados Unidos, aproximadamente 20 millones de personas padecen asma. Casi 9 millones de ellos son niños. Los niños tienen vías respiratorias más pequeñas que los adultos, lo que hace que el asma sea especialmente seria en ellos. Los niños con asma pueden respirar con un silbido, tos, rigidez torácica y dificultad, especialmente temprano en la mañana o en la noche.
Muchas cosas pueden desencadenar el asma, entre ellas:
  • Alergenos: moho, polen, animales
  • Irritantes: humo del cigarrillo, contaminación del aire
  • Clima: aire frío, cambios climáticos
  • Ejercicio
  • Infecciones: gripe, resfrío común
Cuando los síntomas de asma empeoran, se produce una crisis de asma. El asma se trata con dos tipos de medicinas: Medicinas para el alivio rápido y detener los síntomas del asma y medicinas para controlarla a largo plazo, que previenen la aparición de los síntomas.
Fotografía de un niño usando un inhalador

Algunos juegos de salud...

http://www.jennydemalaga.es/juego_partes_oido_anatomia/   Juego_partes_oido
http://www.jennydemalaga.es/innards-juego-del-aparato-digestivo/

martes, 18 de octubre de 2011

El Suicidio en los Adolescentes

El suicidio entre los adolescentes ha tenido un aumento dramático recientemente a través de la nación. Cada año miles de adolescentes se suicidan en los Estados Unidos. El suicidio es la tercera causa de muerte más frecuente para los jóvenes de entre 15 a 24 años de edad, y la sexta causa de muerte para aquellos de entre 5 a 14 años.

Los adolescentes experimentan fuertes sentimientos de estrés, confusión, dudas de sí mismos, presión para lograr éxito, incertidumbre financiera y otros miedos mientras van creciendo. Para algunos adolescentes el divorcio, la formación de una nueva familia con padrastros y hermanastros o las mudanzas a otras nuevas comunidades pueden perturbarlos e intensificarles las dudas acerca de sí mismos. Para algunos adolescentes, el suicidio aparenta ser una solución a sus problemas y al estrés.

La depresión y las tendencias suicidas son desórdenes mentales que se pueden tratar. Hay que reconocer y diagnosticar la presencia de esas condiciones tanto en niños como en adolescentes y se debe desarrollar un plan de tratamiento apropiado. Cuando hay duda en los padres de que el niño o el joven pueda tener un problema serio, un examen siquiátrico puede ser de gran ayuda.



Cáncer en niños


l cáncer comienza en las células, que forman los tejidos del cuerpo. Normalmente, se forman células nuevas a medida que se necesitan para reemplazar a las células viejas que mueren. Algunas veces, este proceso sale mal. Se forman células nuevas que no son necesarias y las células viejas no mueren cuando deberían. El exceso de células puede formar un tumor. Los tumores benignos no constituyen un cáncer, pero los malignos sí. Las células de los tumores malignos pueden invadir los tejidos cercanos o separarse y diseminarse a otras partes del organismo.
Los niños pueden tener cáncer en las mismas partes del cuerpo que los adultos, pero existen diferencias. Los cánceres de la niñez pueden ocurrir repentinamente, sin síntomas precoces, y tienen un índice de curación elevado.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Los videojuegos y los adolescentes ¿cuándo se vuelve una adicción?

¿Es dañino jugar con videojuegos? Varios estudios analizan los posibles efectos que los adelantos tecnológicos pueden generar en los adolescentes que disfrutan con ellos. Unos estudios detectaron que los juegos de video pueden tener algunos riesgos para la salud. Aquí te contamos más detalles sobre este hallazgo y cómo detectar cuando el juego se está convirtiendo en una adicción.
La tecnología brinda cada vez más opciones de entretenimiento, sobre todo para los adolescentes que suelen ser los usuarios apasionados de estos adelantos. Sin embargo, no todo es alegría y diversión en el mundo de los videojuegos. Este es un tema que ha generado incontables páginas de investigaciones y debates.
Un estudio reciente sobre el juego y la salud de los adolescentes, desarrollado por unos investigadores de la Escuela de Medicina de Yale, encontró que existen riesgos relacionados con la salud debidos al juego, particularmente en las adolescentes mujeres. Esto significa que si bien la mayoría de los adolescentes que juegan son varones, cuando se trata de relacionar el juego con la salud, son las mujeres jugadoras quienes tienden a ser más violentas, involucrarse en serios pleitos (peleas) y llevar armas a la escuela.
Los investigadores también detectaron que una pequeña porción de los adolescentes que adoran los juegos de video tienen problemas para dejar de jugar, una sensación irresistible de jugar o una tensión que sólo se alivia jugando. Y aunque la cantidad era realmente pequeña, los adolescentes que presentaban esta característica, tanto los hombres como las mujeres, tendían a tener otras conductas preocupantes como fumar regularmente, usar drogas o involucrarse en peleas.
Se estima que entre el 7% y 11% de los chicos que juegan con videojuegos tienen problemas reales al punto de ser considerados enfermizos, ya que afectan su desempeño en la vida escolar, social, familiar y psicológica. Así encontró otro estudio que se dio a conocer recientemente, desarrollado por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa, en los Estados Unidos.
Tal como en la investigación realizada por científicos de Yale, en este caso también se demostró que el 10% de los jóvenes (una pequeña porción) que se divierten con los videojuegos sufren de depresión, de ansiedad, de fobias sociales y tiene un bajo rendimiento escolar, muchas de estas condiciones derivan de su conducta frente a este pasatiempo. Por eso, los especialistas concluyeron que esta adicción es diferente a otras (ya que afecta varios aspectos de la vida), y encontraron que cuando los chicos logran superarla comienzan a disminuir la depresión, la ansiedad y las fobias sociales.
Si tienes hijos/as, seguramente sabrás lo difícil que resulta ponerles límites a la hora de utilizar videojuegos. Ten en cuenta que sólo una pequeña porción de quienes juegan convierten al entretenimiento en una adicción pero si estás preocupado/a, considera estos síntomas que pueden indicar alarma. Observa si tu hijo/a:
• No hace las tareas, tanto del hogar como del colegio, para jugar videojuegos.
• Pasa más tiempo pensando en el juego o planificando sesiones de juego y prefiere jugar en la computadora o con los videojuegos, antes que salir o jugar con amigos.
• Se duerme en la clase y/o tiene malas calificaciones por estar jugando videojuegos.
• Siente una fuerte atracción y necesidad de jugar y usar las computadoras, y/o se enoja cuando no juega.
• Se aburre al participar en otras actividades.
• Juega para escapar de problemas o sentimientos negativos.
• Miente sobre el uso de los juegos de video.
• Roba dinero para comprar juegos.
• Demuestra desórdenes del sueño o trastornos con sus patrones para dormir: ojos secos, dolores de cabeza o problemas de higiene.
Si crees que los videojuegos son un problema en tu hogar o quieres prevenirlo, algunas cosas que puedes hacer incluyen:
• Establece reglas claras sobre cuándo jugar, dónde, durante cuánto tiempo y a qué tipo de juegos, tan pronto como tu hijo/a comienza a utilizar los videojuegos.
• Limita las horas de juego.
• Si no tiene límites, demuéstrale claramente e insiste sobre las consecuencias de esto.
• Asegúrate de que tu hijo o hija no están jugando por las noches.
• Pídele que termine las tareas antes de jugar.
• No permitas que tenga los videojuegos en su habitación.
• Trata de mejorar y fomentar una mejor comunicación con tu hijo o hija para detectar si el juego es el resultado de otras inseguridades, por ejemplo.
• Anímalo/a a que realice otras actividades y a que pruebe nuevas tareas que puedan resultar entretenidas.
Si tu hijo o hija no cooperan y sientes que esto no da resultado, o te preocupa que pueda ser o se esté volviendo una adicción, busca ayuda profesional. Puedes consultar con un psicólogo o con tu médico, él o ella te puede orientar. Los juegos de video son para entretener, pero no pueden convertirse en un modo de vida que causen problemas en la vida diaria y en el desarrollo social de los adolescentes.

El poder de Facebook en la salud de los adolescentes

¿Podría Facebook causar depresión? ¿están tus hijos aislados y muy pendientes de las redes sociales?, ¿cuántas horas pasan frente a la computadora o enviando mensajes a través de sus teléfonos celulares, o texteando (texting)?, ¿cuántos amigos tienen y qué tan activa es su vida en las redes sociales?, ¿te has preguntado qué tipo de información comparten? ¿quieres saber qué efecto podría tener Facebook en la salud de un adolescente y qué puedes hacer tú para ayudarlo? Sigue leyendo.
Luis es padre de 2 hijos adolescentes. Como muchos padres, él se preocupa por el tiempo que sus hijos pasan frente a la computadora, en ocasiones trata de controlar el contenido al cual acceden y las cosas que hacen mientras están online. No fue hasta hace poco que le permitió al menor de sus hijos, que tiene 14 años, que abriera una cuenta en Facebook. Alicia, su esposa, es diferente, ella no ve ningún inconveniente en que sus hijos se conecten a las redes sociales. Es más: lo considera como algo de moda, un juego o una forma de diversión.
Pero la diversión puede terminar si los adolescentes comienzan a compararse con ese compañero que tiene tantos amigos en Facebook (de los cuales posiblemente conozca en verdad a muy pocos, pero tu hijo no lo sabe) y sube fotos de fiestas y momentos felices de todo tipo incluyendo en los que estaba fuera de control.
Lo que sucede es que lo chistoso puede perder la gracia si tu hijo es quien se convierte en el objetivo de burlas y comentarios por parte de sus compañeros (ya sabes lo directos, hirientes e insistentes que pueden ser los adolescentes). Este es lo que se denomina ciberacoso o acoso en línea, y hoy por hoy es muy común en las redes sociales. Cuando no existían las redes, algún amigo podía hacerte algún chiste o provocar que te enfadaras por algo en algún momento del día, luego eso pasaba y podías olvidarte de lo que te molestó y pensar en otras cosas. La diferencia es que en las redes sociales actuales, aquello que te molesto puede quedar expuesto y puede repetirse una y otra vez hasta el cansancio y tú no tienes control sobre eso.
En este sentido, el pensar que lo que te puede lastimar en la vida en la red es diferente a lo que te puede lastimar en la vida real es un solo un deseo. La forma en como los jóvenes usan hoy en día las redes sociales y el Internet puede afectarlos tanto como lo que les ocurre personalmente en el colegio o en alguna fiesta. Todas estas situaciones son formas de relacionarse con los demás.
Por eso es importante que tú también conozcas cómo funcionan las redes sociales, para que puedas ayudar a tu hijo a protegerse de los riesgos que representan. Además, las redes sociales pueden presentar la realidad de una manera distorsionada, aunque si tú acompañas a tu hijo en esta actividad, conversas con él y lo animas a que comparta contigo sus emociones o si algo lo está afectando, posiblemente puedas ayudarlo a mantener alta su autoestima y a formar su identidad de una manera más sana.
Un estudio reciente publicado por la Academia Americana de Pediatría analizó las ventajas y los riesgos de las redes sociales como Facebook y twitter, que se han convertido en facetas casi ineludibles de la vida moderna, sobre todo para los adolescentes.

¿Podría Facebook causar depresión? ¿están tus hijos aislados y muy pendientes de las redes sociales?, ¿cuántas horas pasan frente a la computadora o enviando mensajes a través de sus teléfonos celulares, o texteando (texting)?, ¿cuántos amigos tienen y qué tan activa es su vida en las redes sociales?, ¿te has preguntado qué tipo de información comparten? ¿quieres saber qué efecto podría tener Facebook en la salud de un adolescente y qué puedes hacer tú para ayudarlo? Sigue leyendo.
Luis es padre de 2 hijos adolescentes. Como muchos padres, él se preocupa por el tiempo que sus hijos pasan frente a la computadora, en ocasiones trata de controlar el contenido al cual acceden y las cosas que hacen mientras están online. No fue hasta hace poco que le permitió al menor de sus hijos, que tiene 14 años, que abriera una cuenta en Facebook. Alicia, su esposa, es diferente, ella no ve ningún inconveniente en que sus hijos se conecten a las redes sociales. Es más: lo considera como algo de moda, un juego o una forma de diversión.
Pero la diversión puede terminar si los adolescentes comienzan a compararse con ese compañero que tiene tantos amigos en Facebook (de los cuales posiblemente conozca en verdad a muy pocos, pero tu hijo no lo sabe) y sube fotos de fiestas y momentos felices de todo tipo incluyendo en los que estaba fuera de control.
Lo que sucede es que lo chistoso puede perder la gracia si tu hijo es quien se convierte en el objetivo de burlas y comentarios por parte de sus compañeros (ya sabes lo directos, hirientes e insistentes que pueden ser los adolescentes). Este es lo que se denomina ciberacoso o acoso en línea, y hoy por hoy es muy común en las redes sociales. Cuando no existían las redes, algún amigo podía hacerte algún chiste o provocar que te enfadaras por algo en algún momento del día, luego eso pasaba y podías olvidarte de lo que te molestó y pensar en otras cosas. La diferencia es que en las redes sociales actuales, aquello que te molesto puede quedar expuesto y puede repetirse una y otra vez hasta el cansancio y tú no tienes control sobre eso.
En este sentido, el pensar que lo que te puede lastimar en la vida en la red es diferente a lo que te puede lastimar en la vida real es un solo un deseo. La forma en como los jóvenes usan hoy en día las redes sociales y el Internet puede afectarlos tanto como lo que les ocurre personalmente en el colegio o en alguna fiesta. Todas estas situaciones son formas de relacionarse con los demás.
Por eso es importante que tú también conozcas cómo funcionan las redes sociales, para que puedas ayudar a tu hijo a protegerse de los riesgos que representan. Además, las redes sociales pueden presentar la realidad de una manera distorsionada, aunque si tú acompañas a tu hijo en esta actividad, conversas con él y lo animas a que comparta contigo sus emociones o si algo lo está afectando, posiblemente puedas ayudarlo a mantener alta su autoestima y a formar su identidad de una manera más sana.
Un estudio reciente publicado por la Academia Americana de Pediatría analizó las ventajas y los riesgos de las redes sociales como Facebook y twitter, que se han convertido en facetas casi ineludibles de la vida moderna, sobre todo para los adolescentes.

Los adolescentes que leen son más alegres

Con la explosión de los medios audiovisuales, la lectura entre los adolescentes ha quedado relegada a un segundo plano. Los jóvenes que se dedican a leer en ocasiones son vistos como “bichos raros” por los demás, que pasan la mayoría del tiempo escuchando música y viendo películas. Pero un estudio demuestra que los adolescentes lectores tienden a estar más alegres, mientras que aquellos que pasan muchas horas escuchando música, podrían estar deprimidos.
Ana tiene 16 años y confiesa que lo que más le gusta hacer es leer. Como buena adolescente, ya se leyó toda “La saga crepúsculo” una serie de tres libros de historias de amor entre vampiros (Eclipse, Crepúsculo y Luna nueva). Ahora se está interesando por la literatura latinoamericana, luego de que se devoró todos los libros de Harry Potter. Sus padres recalcan que Ana lee como si fuera un ser extraterrestre. Pero es que en esta época en la que los adolescentes pasan tanto tiempo expuestos a medios como la televisión, el cine, los juegos de video y la música, a veces parece que Ana sí fuera de otro planeta.
Igual, ella es feliz. La lectura, según los investigadores, exige que el cerebro se involucre de una manera activa y esto hace que la persona se sienta bien, le da una sensación de bienestar y de alegría. En contraste, un pequeño pero importante estudio realizado hace poco por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, habla de que los adolescentes que pasan mucho tiempo escuchando música, podrían estar deprimidos.
Esto no significa que la música los deprima, o por lo menos, no queda claro en el estudio. Se sabe que la música es un bálsamo para el alma y que es una parte importante de la vida en todas sus etapas. Lo que este estudio encontró es que los adolescentes que pasan mucho tiempo pegados a sus canciones, son más propensos a desarrollar depresión severa. Tal vez buscan en la música un refugio para sus tristezas. Quizá el oír esa canción que les gusta, una y otra vez, los tranquiliza.
El estudio que fue publicado en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine (Archivos de pediatría y medicina adolescente) encontró que los jóvenes que pasan más tiempo leyendo, no son propensos a la depresión. Participaron 106 adolescentes, 46 de los cuales fueron diagnosticados con depresión severa. Además, se encontró que aquellos adolescentes expuestos a más horas de música fueron 8.3 veces más vulnerables a estar deprimidos comparado con los que escuchan menos música.
Los investigadores también encontraron que los adolescentes que leen revistas, libros y periódicos (diarios) tuvieron 0.1% menos posibilidades de estar deprimidos que los jóvenes que no leen.
Lo que el estudio no pudo determinar es qué vino primero: si la depresión o escuchar música. Es una pregunta interesante que podría llevar a desarrollar otros estudios sobre la salud mental y emocional de los adolescentes en el futuro.


Con la explosión de los medios audiovisuales, la lectura entre los adolescentes ha quedado relegada a un segundo plano. Los jóvenes que se dedican a leer en ocasiones son vistos como “bichos raros” por los demás, que pasan la mayoría del tiempo escuchando música y viendo películas. Pero un estudio demuestra que los adolescentes lectores tienden a estar más alegres, mientras que aquellos que pasan muchas horas escuchando música, podrían estar deprimidos.
Ana tiene 16 años y confiesa que lo que más le gusta hacer es leer. Como buena adolescente, ya se leyó toda “La saga crepúsculo” una serie de tres libros de historias de amor entre vampiros (Eclipse, Crepúsculo y Luna nueva). Ahora se está interesando por la literatura latinoamericana, luego de que se devoró todos los libros de Harry Potter. Sus padres recalcan que Ana lee como si fuera un ser extraterrestre. Pero es que en esta época en la que los adolescentes pasan tanto tiempo expuestos a medios como la televisión, el cine, los juegos de video y la música, a veces parece que Ana sí fuera de otro planeta.
Igual, ella es feliz. La lectura, según los investigadores, exige que el cerebro se involucre de una manera activa y esto hace que la persona se sienta bien, le da una sensación de bienestar y de alegría. En contraste, un pequeño pero importante estudio realizado hace poco por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, habla de que los adolescentes que pasan mucho tiempo escuchando música, podrían estar deprimidos.
Esto no significa que la música los deprima, o por lo menos, no queda claro en el estudio. Se sabe que la música es un bálsamo para el alma y que es una parte importante de la vida en todas sus etapas. Lo que este estudio encontró es que los adolescentes que pasan mucho tiempo pegados a sus canciones, son más propensos a desarrollar depresión severa. Tal vez buscan en la música un refugio para sus tristezas. Quizá el oír esa canción que les gusta, una y otra vez, los tranquiliza.
El estudio que fue publicado en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine (Archivos de pediatría y medicina adolescente) encontró que los jóvenes que pasan más tiempo leyendo, no son propensos a la depresión. Participaron 106 adolescentes, 46 de los cuales fueron diagnosticados con depresión severa. Además, se encontró que aquellos adolescentes expuestos a más horas de música fueron 8.3 veces más vulnerables a estar deprimidos comparado con los que escuchan menos música.
Los investigadores también encontraron que los adolescentes que leen revistas, libros y periódicos (diarios) tuvieron 0.1% menos posibilidades de estar deprimidos que los jóvenes que no leen.
Lo que el estudio no pudo determinar es qué vino primero: si la depresión o escuchar música. Es una pregunta interesante que podría llevar a desarrollar otros estudios sobre la salud mental y emocional de los adolescentes en el futuro.
Con la explosión de los medios audiovisuales, la lectura entre los adolescentes ha quedado relegada a un segundo plano. Los jóvenes que se dedican a leer en ocasiones son vistos como “bichos raros” por los demás, que pasan la mayoría del tiempo escuchando música y viendo películas. Pero un estudio demuestra que los adolescentes lectores tienden a estar más alegres, mientras que aquellos que pasan muchas horas escuchando música, podrían estar deprimidos.
Ana tiene 16 años y confiesa que lo que más le gusta hacer es leer. Como buena adolescente, ya se leyó toda “La saga crepúsculo” una serie de tres libros de historias de amor entre vampiros (Eclipse, Crepúsculo y Luna nueva). Ahora se está interesando por la literatura latinoamericana, luego de que se devoró todos los libros de Harry Potter. Sus padres recalcan que Ana lee como si fuera un ser extraterrestre. Pero es que en esta época en la que los adolescentes pasan tanto tiempo expuestos a medios como la televisión, el cine, los juegos de video y la música, a veces parece que Ana sí fuera de otro planeta.
Igual, ella es feliz. La lectura, según los investigadores, exige que el cerebro se involucre de una manera activa y esto hace que la persona se sienta bien, le da una sensación de bienestar y de alegría. En contraste, un pequeño pero importante estudio realizado hace poco por la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh, en Estados Unidos, habla de que los adolescentes que pasan mucho tiempo escuchando música, podrían estar deprimidos.
Esto no significa que la música los deprima, o por lo menos, no queda claro en el estudio. Se sabe que la música es un bálsamo para el alma y que es una parte importante de la vida en todas sus etapas. Lo que este estudio encontró es que los adolescentes que pasan mucho tiempo pegados a sus canciones, son más propensos a desarrollar depresión severa. Tal vez buscan en la música un refugio para sus tristezas. Quizá el oír esa canción que les gusta, una y otra vez, los tranquiliza.
El estudio que fue publicado en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine (Archivos de pediatría y medicina adolescente) encontró que los jóvenes que pasan más tiempo leyendo, no son propensos a la depresión. Participaron 106 adolescentes, 46 de los cuales fueron diagnosticados con depresión severa. Además, se encontró que aquellos adolescentes expuestos a más horas de música fueron 8.3 veces más vulnerables a estar deprimidos comparado con los que escuchan menos música.
Los investigadores también encontraron que los adolescentes que leen revistas, libros y periódicos (diarios) tuvieron 0.1% menos posibilidades de estar deprimidos que los jóvenes que no leen.
Lo que el estudio no pudo determinar es qué vino primero: si la depresión o escuchar música. Es una pregunta interesante que podría llevar a desarrollar otros estudios sobre la salud mental y emocional de los adolescentes en el futuro.

martes, 4 de octubre de 2011

Agresión electrónica: nueva amenaza de salud para los adolescentes

Foto: padres e hijos hablan sobre reglas de conducta sanas y aceptables en las conexiones por Internet.
Los jóvenes que son víctimas de agresión electrónica, como la colocación en línea de fotos embarazosas y el acoso en los salones de chat, pueden correr un mayor riesgo de incurrir en problemas de comportamiento como el consumo de alcohol, la suspensión del colegio o el trato discriminatorio en persona.
Foto: una joven lee un mensaje de texto.



Las agresiones ya no se limitan al patio de la escuela. Los jóvenes utilizan ahora nuevas tecnologías de comunicación, como teléfonos celulares, asistentes personales digitales e Internet para comunicarse con otras personas en Estados Unidos y en el exterior. Los nuevos métodos de comunicación, como los mensajes de texto, los salones de chat y los sitios de Internet para socializar (p. ej., MySpace y Facebook) permiten que los jóvenes se relacionen con más facilidad, a veces con individuos que no conocen en persona.
Las nuevas tecnologías aportan muchos beneficios potenciales a los jóvenes. Permiten que se comuniquen con su familia y amigos en forma frecuente. Las nuevas tecnologías también ofrecen la oportunidad de hacer conexiones sociales gratificantes a aquellos adolescentes y preadolescentes para quienes es difícil establecer amistades en las situaciones sociales tradicionales. Además, el acceso frecuente a Internet permite que los jóvenes amplíen sus conocimientos sobre una amplia variedad de temas.

Medidas

Sin embargo, el auge reciente de la tecnología no está exento de posibles riesgos. Los jóvenes pueden utilizar los medios de comunicación electrónicos para avergonzar, hostigar o amenazar a sus compañeros. A este tipo de violencia se le ha llamado de distintas maneras, como acoso en Internet y cyberbullying o Internet bullying (en inglés); sin embargo, agresión electrónica es el término que de forma más precisa abarca todos los tipos de violencia que ocurren a través de los medios electrónicos. Esta nueva forma de violencia cobra cada vez más víctimas entre los adolescentes y preadolescentes. Al igual que con otras formas tradicionales de violencia juvenil, la agresión electrónica está asociada a la tensión emocional y a los problemas de comportamiento en la escuela.
El personal directivo de las escuelas puede crear una ambiente positivo al hablar con los estudiantes y los maestros, brindar capacitación si es necesaria y establecer políticas, programas y un plan para abordar en forma eficaz la cuestión de la agresión electrónica.
Los padres y las personas encargadas del cuidado de los menores pueden hablar con los jóvenes sobre tecnología y, juntos, establecer reglas de conducta sanas y aceptables para evitar que se conviertan en víctimas de la agresión electrónica. Durante años, los padres y las personas encargadas de los menores les han preguntado a los niños a dónde van y con quién lo hacen cada que salen de la casa. Deberían hacer las mismas preguntas cuando los jóvenes se conectan a Internet. Navegar juntos por Internet permite descubrir actividades beneficiosas en línea, ayuda a los padres y a quienes cuidan de los menores a estar al día en las actividades a las que se dedican los niños y puede servir para reducir los riesgos de sufrir una agresión. La comunicación con otros padres y las autoridades escolares crea un frente más unificado y sólido para enfrentar la agresión electrónica
Embarazo en Adolescentes

El Embarazo En Las Adolescentes

Los índices de nacimientos entre madres adolescentes en EE.UU. aumentaron por primera vez en 15 años1 después de la baja continua registrada entre 1991 y 2005. Los índices siguen siendo altos en este país y superan a los de la mayoría de los países desarrollados.2 Los altos índices de nacimientos entre las madres adolescentes son motivo de gran preocupación dado que la salud de éstas y la de sus bebés corren serios riesgos y las oportunidades de construir un futuro disminuyen.
He aquí algunos datos importantes sobre el embarazo en las adolescentes:
  • En el año 2006, más del 10 por ciento de todos los nacimientos en EE.UU. correspondió a madres de menos de 20 años de edad.2 La mayoría de los nacimientos entre madres adolescentes (alrededor del 67 por ciento) corresponde a niñas de entre 18 y 19 años de edad.2
  • La tasa de embarazos en las adolescentes disminuyó en un 40 por ciento entre 1990 y 2005 (de 116.8 a 70.6 de cada 1,000).4 Sin embargo, en el 2005, alrededor de 725,000 adolescentes entre las edades de 15 a 19 quedó embarazada, y aproximadamente 415,000 dió a luz.4 
  • Alrededor de 3 de cada 10 adolescentes quedan embarazadas al menos una vez antes de los 20 años de edad.3
  • El índice de nacimientos entre madres adolescentes aumentó en 2006. Entre 2005 y 2006, el índice subió un 3 por ciento (de 41 a 42 de cada 1,000 mujeres).1 Este aumento se produjo después de una baja de 14 años seguidos entre 1991 y 2005, cuando el índice cayó en un tercio (de 62 a 41 de cada 1,000 mujeres).1 En 2006 (el último año del que se dispone de datos), alrededor de cuatro adolescentes de cada 100 tuvieron un bebé.
  • Aproximadamente una de cada cuatro madres adolescentes menores de 18 años tiene un segundo bebé dentro de los dos años del nacimiento del primero.2
  • Las madres adolescentes tienen más probabilidades que las madres mayores de 20 años de tener un bebé prematuro (antes de las 37 semanas de embarazo). Entre 2003 y 2005, los índices de nacimientos prematuros promediaron un 14.5 por ciento entre las mujeres de menos de 20 años de edad en comparación con un 11.9 por ciento entre las mujeres de entre 20 y 29 años.5 Los bebés prematuros corren un mayor riesgo de sufrir problemas de salud, incapacidades permanentes e incluso la muerte.
¿Cómo afecta la salud de la madre adolescente a su bebé?
Algunas adolescentes deben cambiar su estilo de vida para mejorar sus probabilidades de tener un bebé sano. Una dieta poco sana, el hábito de fumar y el consumo de alcohol y drogas pueden aumentar el riesgo de que el bebé nazca con problemas de salud como, por ejemplo, bajo peso al nacer (menos de cinco libras y media).
Las adolescentes tienen más probabilidades de fumar durante el embarazo que las mujeres mayores de 25 años. En 2004, el 17 por ciento de las adolescentes de 15 a 19 años fumaron, en comparación con el 10 por ciento de las mujeres embarazadas de 25 a 34 años de edad.6 Los bebés de las mujeres que fuman durante el embarazo tienen un mayor riesgo de nacer prematuros y con bajo peso y de padecer el síndrome de muerte súbita del bebé (SIDS). Estas mujeres también tienen un mayor riesgo de tener complicaciones durante el embarazo, incluidos problemas en la placenta.6
Entre las madres de todas las edades, las adolescentes componen el grupo en el que hay menos probabilidades de que reciban atención médica prenatal a comienzos de la gestación y de manera regular. De 2000 a 2002, el 7.1 por ciento de las madres de menos de 20 años en promedio comenzó a recibir atención prenatal en una etapa avanzada o no tuvo supervisión médica alguna, en comparación con el 3.7 por ciento correspondiente a los grupos de todas las edades.5
Las madres adolescentes corren mayor riesgo que las mujeres de más de 20 años de tener complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro, anemia y alta presión arterial.7 Estos riesgos son incluso mayores cuando tienen menos de 15 años.7
Sobre un total de 19 millones de casos nuevos de infecciones de transmisión sexual informados cada año, más de nueve millones afectan a jóvenes de 15 a 24 años.8 Estas enfermedades incluyen, entre otras:
  • Clamidia, que puede causar esterilidad en la persona afectada e infecciones en los ojos y neumonía en el bebé recién nacido.
  • Sífilis, que puede causar ceguera, la muerte de la madre y la muerte del bebé.
  • VIH, el virus que causa el SIDA. El tratamiento durante el embarazo reduce considerablemente el riesgo de que la madre infectada transmita la infección al bebé.
¿Cuáles son los riesgos para la salud de los bebés de madres adolescentes?En comparación con los bebés de madres adultas, los bebés nacidos de madres adolescentes tienen más probabilidades de tener un nacimiento prematuro o bajo peso al nacer y de padecer otros problemas de salud serios e incluso la muerte.
Los bebés de madres adolescentes tienen más probabilidades de morir durante su primer año de vida que los bebés de madres de entre 20 y 40 años de edad. El riesgo es mayor para los bebés de madres de menos de 15 años de edad. En 2005, 16.4 de cada 1,000 bebés de mujeres menores de 15 años murieron, en comparación con 6.8 de cada 1,000 bebés de mujeres de todas las edades.9
Las madres adolescentes tienen más probabilidades de tener un bebé de bajo peso al nacer. La mayoría de los bebés de bajo peso nace antes de término. Cuanto más prematuro sea, menor suele ser su peso. En el año 2006, el 10 por ciento de las madres de entre 15 y 19 años dio a luz bebés de bajo peso, en comparación con el 8.3 por ciento correspondiente a madres de todas las edades.2 El riesgo es mayor para las adolescentes más jóvenes:
  • El 11.7 por ciento de las madres de 15 años tuvo bebés de bajo peso en 2006 (18,403 nacimientos, 2,153 de bajo peso).2
  • El 9.5 por ciento de las madres de 19 años tuvo bebés de bajo peso en 2006 (172,999 nacimientos, 16,362 de bajo peso).2
Los bebés prematuros y de bajo peso al nacer pueden tener órganos que no están totalmente desarrollados. Esto puede derivar en problemas respiratorios, como el síndrome de dificultad respiratoria, hemorragias cerebrales, pérdida de la vista y problemas intestinales graves. Los bebés de muy bajo peso al nacer (menos de 3 1/3 libras) tienen casi 100 veces más probabilidades de morir durante su primer año de vida que los bebés nacidos con peso normal; en los bebés de peso moderadamente bajo al nacer (entre 3 1/3 y 5 1/2 libras) las probabilidades son de más de cinco veces.2

Perforaciones en el cuerpo

Hace siglos que diferentes culturas alrededor del mundo utilizan perforaciones en el cuerpo. Si miras un libro de historia, encontrarás que los egipcios, los griegos, y los romanos practicaban el arte corporal, que incluía cosas como tautajes y perforaciones. La gente se perforaba el cuerpo para decorarlo, para demostrar su importancia en un grupo, o porque creían que los protegía del mal. Hoy en dia conocemos mucho más sobre los riesgos de perforar el cuerpo. Perforar tu cuerpo es una decisión seria. Antes de decidir que quieres hacer, preguntales que piensan a tus amigos, padres, y adultos en los cuales confías.

Pregúntales a otros adolescentes que se hayan perforado el cuerpo que piensan de esa experiencia. ¿Cuánto les costo? ¿Fue doloroso? ¿Cuánto tiempo tardó en cicatrizar? Si tuvieran la oportunidad de hacerlo de nuevo, ¿lo harían?

Algunos consejos que nos han dado los adolescentes:
  • NO tienes que perforar tu cuerpo para “pertenecer.”
  • Siempre puedes CAMBIAR de parecer o ESPERAR si no estas seguro.
  • Si decides perforar tu cuerpo, NUNCA lo hagas tú mismo, ni dejes que un amigo te lo haga, porque puedes tener serios problemas de salud como consecuencia.
¿Cuáles son los riesgos al perforar tu cuerpo?
Los riesgos mas serios son las infecciones, las reacciones alergicas, los sangrados, y el daño a nervios y dientes. Las infecciones pueden ser causadas por los virus de la hepatitis, el HIV, el tetanos, bacterias y hongos. Si el que realiza la perforación se lava las manos y usa guantes y equipo esteriles, y tu realizas adecuado cuidado de tu perforación, entonces el riego de infeccion se reduce en forma importante, (pero igual existe).

¿Sabias que...
  • Puedes adquirir y/o contagiar infecciones serias, incluyendo el HIV, si el equipo utilizado no ha sido adecuadamente esterilizado?
  • Las infecciones causadas por bacterias que penetran en el sitio de la perforacion pueden aparecer mas adelante, incluso luego de que la perforacion haya cicatrizado.
  • Si en el local utilizan una pistola perforadora, IDEJA el lugar de inmediato! Las pistolas perforadoras no pueden ser esterilizadas y NO deben ser utilizadas para perforar el cuerpo.

lunes, 3 de octubre de 2011

El ciberacoso preocupa mucho a los padres.

Más de la mitad de los padres de adolescentes dijeron estar preocupados sobre el ciberacoso, según una encuesta reciente.
El ciberacoso, que por lo general conlleva que un adolescente o un grupo de adolescentes se burle o propague rumores sobre uno de sus pares en línea, ha aumentado junto con la asequibilidad de la internet y la popularidad de los medios sociales en línea como Facebook.
En una encuesta de más de mil padres de adolescentes de 13 a 17 años llevada a cabo por la Asociación Americana de Osteopatía (American Osteopathic Association) se halló que el 85 por ciento de los encuestados reportaron que sus hijos tenían cuentas en redes sociales. Alrededor del 52 por ciento dijo que el ciberacoso les preocupaba.
Una experta dijo que esas preocupaciones son válidas.
"Aunque hace mucho que el acoso mediante intimidación física ha sido un problema entre los adolescentes, el ciberacoso mediante el uso de computadoras y teléfonos inteligentes para enviar rumores o publicar mensajes crueles se ha vuelto más prevalente en los últimos años", explica en un comunicado de prensa la Dra. Jennifer Caudle, médica de familia osteópata de Little Rock, Arkansas, y experta en el acoso escolar. "Aunque tal vez no haya lesiones físicas, el ciberacoso deja profundas cicatrices emocionales en la víctima".
La encuesta también reveló que uno de cada seis padres sabía que su hijo había sido víctima de ciberacoso. Algunos de los niños a quienes molestaban o acosaban en línea tenían hasta nueve años de edad. En la mayoría de casos, el ciberacoso no era algo aislado, sino que sucedía repetidamente.
El ciberacoso puede llevar a ansiedad, depresión, pérdida de interés en la socialización, agresión hacia otros a quienes la víctima puede acosar, mal rendimiento académico e ideación suicida, señaló Caudle.
Según el Centro de Investigación sobre el Ciberacoso, una organización dirigida por profesores de la Universidad del Atlántico de Florida y la Universidad de Wisconsin, que han estudiado el tema desde 2002, algunas víctimas de ciberacoso incluso se han suicidado.
La gran mayoría de padres, el 91 por ciento, creen que ellos, y nos los maestros, son en última instancia responsables por prevenir estos efectos a largo plazo. Más del 75 por ciento de los padres dijeron que habían hablado con sus hijos sobre el ciberacoso, mientras que 86 por ciento afirmó que se habían inscrito en la red social en línea de sus hijos para vigilar las interacciones de los adolescentes. Dos de cada tres padres también dijo que vigilaban las configuraciones de seguridad de las cuentas de medios sociales de sus hijos.
La encuesta también halló que uno de cada siete padres había prohibido el uso de medios sociales en línea a sus hijos, pero evitar que los adolescentes usen estos sitios de redes podría resultar difícil. Aunque casi todos los adolescentes, el 97 por ciento, acceden a sus cuentas de una computadora en casa, muchos también las usan con teléfonos inteligentes o dispositivos móviles.
La encuesta mostró que las niñas son las peores perpetradoras. Alrededor de dos tercios del ciberacoso ocurrió entre niñas, haciendo que sea dos veces más común entre las chicas que entre los chicos. Los padres podrían estar al tanto de ese hecho. Más del 75 por ciento reportó que creían que este tipo de conducta agresiva era un mayor problema en las niñas.

Los adolescentes con muchos amigos son más propensos a comenzar a beber.

Los adolescentes con grandes redes sociales de amigos y conocidos son más propensos a comenzar a beber alcohol que los que tienen un rol menos central en el escenario social de su escuela secundaria, halla una investigación reciente.
Los hallazgos del estudio de 2,610 estudiantes de EE. UU. entre séptimo y decimoprimer curso sugieren que limitar el tamaño de la red social de un adolescente podría ayudar a retrasar el inicio de la bebida.
Además, ser amigo cercano de personas más populares aumentó el riesgo de que un adolescente comenzara a beber, hallaron los investigadores.
El estudio aparece en la edición de septiembre y octubre de la revista Academic Pediatrics.
Los resultados muestran que los padres tienen un importante rol que desempeñar, según el autor del estudio Marlon Mundt, de la Facultad de medicina y salud pública Madison de la Universidad de Wisconsin.